Y LLEGÓ LA COVID-19 A NUESTRAS VIDAS

Y la vida dio un giro completo, una voltereta que volvió del revés todo, llenándolo de miedo, de inquietud ante un virus desconocido que llenaba los hospitales de pacientes y mataba a nuestros mayores en las residencias. Vivimos el confinamiento llenando las redes sociales y los balcones de solidaridad, de mensajes de apoyo y soporte, de aplausos, de ánimo y de todos los deseos y proyectos guardados en el cajón, esperando el final de la pandemia.

Los sanitarios lo vivimos también con miedo, con la sensación de tener que ser héroes porque se nos trataba como tales, no porque lo seamos, y pusimos toda la fuerza, el trabajo y el ánimo disponibles para ganar la guerra. Solo ha sido un duro combate, la guerra no ha terminado. Pero hemos aprendido durante este tiempo y ahora estamos todos más preparados para luchar contra el coronavirus con más armas y con más protección.

En el periodo más duro y crítico, tuvimos la suerte de recibir un bonito y dulce regalo de la Asociación Segunda Piel, una gran bandeja de nazarenos de chocolate, unas estupendas monas de Pascua llenas de ánimo y de cariño para la gente de la Unidad.

Fue un detalle que no olvidaremos, y queremos mandaros desde aquí nuestro mensaje de agradecimiento a todos.